La sinusitis es la inflamación de los senos nasales y en los niños se presenta con más frecuencia que en adultos. Si tu hijo tiene congestión, secreción nasal amarilla o dolor facial, probablemente esté lidiando con una infección sinusal. En este artículo te explico qué la causa, cómo distinguirla de un simple resfriado y qué puedes hacer para aliviarle el malestar.
La mayoría de los casos empiezan después de un resfriado o una alergia. Cuando las vías nasales se inflaman, la mucosa produce más moco que no puede drenar bien y crea un caldo de cultivo para bacterias. Otros desencadenantes son el humo del tabaco, cambios bruscos de temperatura y la exposición a polvo o moho en casa. Los niños con inmunidad baja o con antecedentes de asma también tienen más probabilidades de sufrir sinusitis.
El primer paso es mantener las vías respiratorias húmedas. Usa solución salina nasal dos veces al día y un humidificador en su habitación para evitar que el aire seco reseque las fosas nasales. Si la fiebre supera los 38,5 °C o el dolor persiste más de diez días, consulta al pediatra; puede recetar antibiótico si detecta una infección bacteriana. Los analgésicos como el paracetamol ayudan a bajar la temperatura y a aliviar el malestar.
Mientras esperas la visita médica, anima a tu hijo a beber mucho líquido: agua, zumos naturales o caldos claros favorecen que el moco se diluya y salga con más facilidad. Evita darle alimentos muy fríos o picantes si le irritan la garganta. Si tiene congestión nocturna, eleva ligeramente la cabecera de la cama con una almohada para facilitar la respiración.
Recuerda que la sinusitis no siempre necesita antibióticos; en muchos casos el cuerpo elimina la infección por sí mismo. Sin embargo, si notas empeoramiento, secreción verde o sangre, pérdida de apetito prolongada o irritabilidad excesiva, acude al médico sin demora. Con estos cuidados básicos podrás reducir los síntomas y evitar complicaciones.
Un estudio reciente compara la efectividad de la amoxicilina y la amoxicilina-clavulanato en el tratamiento de la sinusitis aguda en niños. Ambos mostraron tasas similares de fracaso en el tratamiento, pero con diferencias notables en los efectos secundarios. (Leer más)