Sumatriptan de marca: todo lo que necesitas saber

Si sufres de migraña, seguramente hayas escuchado el nombre sumatriptán. Es uno de los fármacos más recetados para detener ese dolor intenso y la náusea que suele acompañarlo. En este artículo te explico las marcas más populares, cómo funciona y qué precauciones debes tomar.

Marcas más conocidas

El principio activo se vende bajo varios nombres comerciales. Los más habituales en España son:

• Imitrex: la referencia original, disponible en tabletas de 25 mg y 100 mg.
• Sumavel: presentación oral que incluye una forma de liberación rápida para actuar en menos de 30 minutos.
• Imigran: suele encontrarse en sobres para disolver en agua, útil si tienes náuseas y no puedes tragar pastillas.
• Sumaject: solución inyectable que el médico administra cuando los tratamientos orales no son suficientes.

Cada marca tiene su formato, pero todas comparten la misma eficacia: bloquear la serotonina que dilata los vasos cerebrales y provoca el dolor.

Cómo usarlo correctamente

Primero, siempre sigue la dosis que te indique tu médico. La regla general es empezar con 25 mg si nunca lo has usado; si la migraña no desaparece en dos horas, puedes duplicar la dosis hasta un máximo de 200 mg al día.

No tomes más de tres dosis en 24 horas. Si tu dolor persiste después del segundo intento, es momento de buscar ayuda médica porque podrías necesitar otro tipo de tratamiento.

Es importante tomar el sumatriptán tan pronto como aparecen los síntomas. Cuanto antes lo hagas, mayor será la probabilidad de que la crisis se detenga rápidamente.

No combines este medicamento con inhibidores de la monoaminooxidasa (IMAO) ni con otros triptanes; el riesgo de efectos graves aumenta considerablemente.

Los efectos secundarios más frecuentes son sensación de hormigueo, calor en la cara y mareos. Si notas presión fuerte en el pecho o palpitaciones, deja el medicamento y llama al médico.

Recuerda que el sumatriptán no cura la migraña, solo alivia los ataques agudos. Mantén un diario de tus episodios: fecha, hora, alimentos ingeridos y factores desencadenantes. Con esa información tu especialista podrá ajustar la terapia o recomendar medidas preventivas.

En caso de embarazo, lactancia o enfermedades cardiovasculares, consulta siempre antes de iniciar el tratamiento. Hay alternativas más seguras para esas situaciones.

Finalmente, compra siempre en farmacias oficiales y verifica que el envase tenga número de lote y fecha de caducidad. Evita los sitios web dudosos que prometen precios muy bajos; la calidad del fármaco es esencial para tu salud.